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Plantas mezcladoras

 

Las plantas mezcladoras se diseñan siempre en el contexto del respectivo modelo de negocio. Su diseño técnico se basa en los objetivos económicos, los requisitos del producto y las condiciones de funcionamiento. Esto significa que mezcladoras de polvo idénticas o similares pueden utilizarse en entornos de producción completamente distintos.

En algunas empresas, por ejemplo, la atención se centra en la producción flexible por lotes. En estos casos, los sistemas de mezclado se diseñan de forma que los cambios frecuentes de producto, las recetas variables y los lotes de tamaño pequeño o medio puedan realizarse de forma económica. La alimentación ergonómica, los procesos de limpieza rápidos y las posibilidades de ampliación modular son los aspectos centrales.

En otros entornos de producción, en cambio, predominan los procesos continuos o altamente automatizados. En estos casos, las mezcladoras de polvo se integran en complejos sistemas de flujo de materiales que deben garantizar una elevada frecuencia de ciclos, una calidad reproducible y unos tiempos de inactividad mínimos. En estos casos, el sistema se planifica para que esté más orientado al proceso. Los sistemas automatizados de transporte, dosificación y envasado determinan la disposición, mientras que la mezcladora actúa como nodo central del proceso.

Los requisitos específicos de cada industria también conducen a diseños diferentes. En las industrias alimentaria y farmacéutica, por ejemplo, las especificaciones de higiene y los requisitos de validación y documentación caracterizan el diseño del sistema. En la industria química o de materiales de construcción, la robustez, la protección contra explosiones y la eficiencia energética ocupan un lugar central.

La mezcladora suele ser una de las máquinas individuales más costosas de la planta. Sin embargo, el valor total de una planta mezcladora supera con creces el valor de la mezcladora. Esto se debe al alcance de los sistemas periféricos y al grado de automatización. Con el aumento de la automatización, aumentan el rendimiento de la planta, la fiabilidad del proceso, la independencia del operario y la rentabilidad. Un sistema de mezclado altamente automatizado es, por tanto, una solución global compleja y orientada al proceso que integra todos los pasos desde la entrada de la materia prima hasta el producto final envasado.

La eficacia de una mezcladora y de todo el sistema aumenta si pueden vaciarse por completo. Esto aumenta la cantidad de salida, ahorra materias primas y reduce los residuos. Lo ideal es que el sistema de mezclado sólo tenga que limpiarse durante el mantenimiento.

Las mezcladoras amixon® pueden vaciarse completamente hasta un 99,97%.