
Limpieza en húmedo
Tres tipos de limpieza: (a) limpieza en seco, (b) limpieza con paños húmedos y (c) limpieza en húmedo (con agua pulverizada).
Las mezcladoras de polvo y los sistemas de mezcla de polvo deben limpiarse con regularidad. A pesar del sellado cuidadoso y el procesamiento de alta precisión, la producción y el procesamiento de productos de polvo seco generan inevitablemente polvo. En raras ocasiones, este polvo puede escapar de la planta al entorno operativo, donde es indeseable. Por este motivo, las salas e instalaciones de producción se limpian con regularidad, normalmente como parte de un proceso de limpieza en seco, por ejemplo, con aspiradoras industriales o cepillos manuales estériles. Este tipo de limpieza afecta principalmente al entorno operativo fuera de las plantas de proceso.
En cambio, la limpieza de las piezas del sistema que entran en contacto con el producto, como tuberías, mezcladoras, cintas transportadoras, separadores, unidades de trituración o filtros, es mucho más compleja. Estas zonas suelen ser de difícil acceso y, en función del concepto de producción, requieren una limpieza específica. Para los llamados Plantas de monoproducción, que procesan siempre el mismo producto en funcionamiento continuo, la limpieza sólo suele realizarse como parte del mantenimiento planificado o de los intervalos de inspección. La situación es diferente con Fabricantes por contrato, que cambian regularmente de un tipo de producto a otro y, por tanto, necesitan limpiar después de cada cambio de producto.
En función de las necesidades de limpieza, se puede utilizar un Seco o un Limpieza en húmedo para su uso. La limpieza en húmedo se realiza con agua o líquidos de limpieza, de forma manual o automática. El requisito previo para la limpieza en húmedo automatizada es que el sistema esté preparado para ello, por ejemplo, con lanzas de lavado instaladas o boquillas de limpieza giratorias. La limpieza en húmedo es especialmente común en industrias que trabajan con aromas, esencias o ingredientes farmacéuticos activos o que cambian regularmente entre productos kosher, halal, alergénicos y no alergénicos.
Una forma intermedia interesante es la Limpieza en húmedo.Se realiza con paños de limpieza desechables húmedos, de forma manual y selectiva, sin empapar el sistema. La limpieza en húmedo es preferible en empresas que quieren evitar el agua en la medida de lo posible, ya sea para evitar largos tiempos de secado o para prevenir gérmenes, corrosión o contaminación por vapor del aire de la sala. Las toallitas húmedas utilizadas pueden impregnarse con disolventes especiales, por ejemplo, con sustancias no polares y exentas de agua que eliminan eficazmente los restos de grasa o sabores.
Para este tipo de limpieza son especialmente adecuadosToallitas desechables sin pelusa, resistentes al desgarro y a los productos químicos, ya que se utilizan en las industrias alimentaria, farmacéutica y química. Suelen ser antibacterianas, aptas para alimentos y se suministran prehumedecidas en cajas dispensadoras higiénicas. Fabricantes como Kimberly-Clark (WypAll®), Vileda Professional (MicronRoll), Tork o Contec ofrecen soluciones adecuadas. Como alternativa, los paños secos pueden empaparse de forma independiente con medios de limpieza individuales.
Este método es especialmente adecuado para sistemas que se vacían casi sin dejar residuos tras el proceso de mezcla. Por ejemplo, los mezcladores amixon® como el KoneSlid®, que se vacían casi por completo por sí solos, sólo tienen adherida una pequeña cantidad de polvo. En muchos casos, éstas pueden eliminarse completa y eficazmente con paños húmedos. La limpieza en húmedo es, por tanto, exhaustiva, segura y rápida. Prácticamente no se necesita tiempo para secar el sistema. No se produce ningún vapor medible que humedezca el aire de la habitación.