
Fases de mezcla
Normalmente, se distingue entre una fase seca, una húmeda y una húmeda o pastosa o en suspensión.
En la fase seca, la distribución del tamaño de las partículas, la densidad aparente y las fuerzas de cohesión influyen en el comportamiento de mezcla. Los problemas típicos son la formación de polvo, la segregación y los riesgos de explosión.
A medida que se añade más líquido, el sistema entra en la fase húmeda. En esta fase se producen puentes líquidos capilares, aglomeración y formación de grumos.
En la fase húmeda dominan las propiedades viscosas y plásticas, por lo que adquieren relevancia las elevadas fuerzas de amasado, la adherencia y la fluidez limitada. La transición entre estas fases de mezcla es un punto crítico del proceso, especialmente en el caso de componentes líquidos muy viscosos, ya que la mecánica, el aporte de energía y el mecanismo de mezcla cambian radicalmente.
La capacidad de un mezclador para controlar estas transiciones de fase de forma estable y reproducible es crucial para la fiabilidad del proceso. Por ejemplo, las fases descritas anteriormente se atraviesan de abajo a arriba al secar suspensiones en un secador de mezcla al vacío o en un secador de contacto. Los secadores de mezcla al vacío/reactores de síntesis amixon® son especialmente adecuados para ello, ya que su herramienta de mezcla en espiral gira lentamente y sigue garantizando unas cualidades de mezcla ideales.