
Brazo mezclador
El brazo mezclador es un elemento constructivo central del mezclador de polvo. Está firmemente unido al eje mezclador. Esta unión puede estar atornillada o soldada. Su función principal es sostener la herramienta mezcladora. Esta recorre la pared de la cámara de mezcla a una distancia definida.
En muchas aplicaciones, el brazo mezclador asume funciones adicionales. Puede estar diseñado según los principios de la fluidodinámica. En este caso, influye activamente en el movimiento del material mezclado. El objetivo es generar flujos de producto específicos. Estos flujos mejoran el proceso de mezcla y acortan el tiempo de mezcla.
En determinados modelos, el brazo mezclador cumple otra función. En los secadores de contacto amixon®, los brazos mezcladores pueden tener doble pared. Por el espacio hueco circula un fluido térmico. De este modo, durante el mezclado se puede introducir calor en el producto o extraerlo del mismo. El brazo mezclador se convierte así en parte del sistema térmico del mezclador.
Los brazos mezcladores tienen una gran importancia en materia de seguridad técnica. Deben presentar una gran estabilidad dimensional. Bajo carga, solo debe producirse una deformación elástica muy reducida. Esto es especialmente relevante en el caso de productos húmedos, viscoelásticos o muy viscosos. En estos casos, se ejercen fuerzas elevadas sobre el brazo mezclador y la herramienta mezcladora.
Incluso en el caso de carga máxima, no debe producirse ningún contacto entre la herramienta de mezcla y la pared de la cámara de mezcla. En teoría, se da un caso de carga relevante para la seguridad cuando la herramienta de mezcla se bloquea en el material mezclado y se pone en marcha el accionamiento de la mezcladora. Sin embargo, en la práctica se evita este estado de funcionamiento. No obstante, se puede describir claramente mediante cálculos.
A partir del par motor máximo transmisible se pueden calcular las fuerzas que actúan sobre el brazo mezclador. Sobre esta base se calcula la deformación elástica. Este cálculo forma parte del diseño constructivo.
En el caso de materiales abrasivos o desgastantes, el brazo mezclador y la herramienta mezcladora están sometidos a un mayor esfuerzo. Por lo tanto, es necesario comprobar regularmente su estado. Esto contribuye a la seguridad operativa y al mantenimiento de la calidad de la mezcla.