
jabones metálicos
Los jabones metálicos son sales de ácidos grasos superiores con metales como calcio, magnesio, zinc o aluminio.
Se producen mediante la neutralización de ácidos grasos, principalmente ácido esteárico o ácido palmítico, con óxidos o hidróxidos metálicos. El resultado es un polvo fino y ceroso, insoluble en agua, pero fácilmente dispersable en medios orgánicos. Debido a su estructura laminar, los jabones metálicos actúan como lubricantes, deslizantes y agentes separadores. En la transformación de plásticos sirven como estabilizadores y lubricantes internos, mientras que en la tecnología farmacéutica y alimentaria mejoran la fluidez de los polvos y evitan la formación de grumos. En la metalurgia forman películas lubricantes resistentes durante el embutido profundo, el prensado o el calibrado. Su estabilidad química y su fácil dosificación los convierten en aditivos versátiles en mezclas de polvos, granulados y pastas.
La reacción química para la producción de jabones metálicos puede llevarse a cabo de manera especialmente eficiente en los reactores amixon®. Estos aparatos disponen de grandes superficies específicas de intercambio de calor, lo que permite un control preciso de la temperatura durante la reacción. Al mismo tiempo, pueden manejar todo tipo de consistencias, desde líquidas y altamente viscosas hasta pastosas o pulverulentas. Esto permite combinar las etapas de reacción, mezcla y secado en un solo aparato, lo que mejora considerablemente la seguridad del proceso y la calidad del producto.